Esbozo XLVII
Naves al pairo y noches de relente
No ser de tu latido el pedigüeño,
involucrado en tu ausencia que impera;
Dentro del alma me crecen los peces
dilatados de tu enjundia marítima;
dentro del alma pones verticales
agonías, pero no son las últimas.
Naves al pairo y noches de relente
son mi fortuna como herida abierta;
sale gimiendo el viento de los cruces
y sobre el mantel de mis velas llora.
No ser de tu latido el pedigüeño,
del óbolo de tu aguda impertinencia;
no poner en matiz cuanto deseo
involucrado en tu ausencia que impera;
sí trocar el escarceo más dulce
por la luna reluctante que adoras.
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