III
Agrio limón tu pecho que lanzara
contra mi faz la reluciente aurora,
proa rabiosa, leche acusadora,
nacida de aguijón y de azabara.
Tu vientre de raíz bruñida y clara,
voraz, que hasta a sí misma se devora
y la aureola seca tal vez implora
que mi mano en gavilla le depara.
Palabras te ofrezco en vez de rosas,
abruptas como líquido escanciado,
sacadas de las minas o las fosas;
no silencio de flores recalcado,
o hervor de siemprevivas sigilosas
que de tu oblicuo aliento se han prendado.
Agrio limón tu pecho que lanzara
contra mi faz la reluciente aurora,
proa rabiosa, leche acusadora,
nacida de aguijón y de azabara.
Tu vientre de raíz bruñida y clara,
voraz, que hasta a sí misma se devora
y la aureola seca tal vez implora
que mi mano en gavilla le depara.
Palabras te ofrezco en vez de rosas,
abruptas como líquido escanciado,
sacadas de las minas o las fosas;
no silencio de flores recalcado,
o hervor de siemprevivas sigilosas
que de tu oblicuo aliento se han prendado.
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