Esbozo XXXI
Tacto frugal, estremecido a medias
parándome, no más, lo indispensable;
Seda y estrellas son tan sólo un tacto,
y una, tu piel, tiene la misma entrega
de fuego y de tejido exacerbado,
de meloso latido o de carámbano.
Tacto frugal, estremecido a medias
como en un mismo ser los alfileres
y las adelfas lógicas del río,
como en un mismo mar de atardeceres
con pliegues de albedrío me condenas.
Y al quehacer de mi dolencia vuelvo,
hasta la brecha abierta y escarnecida,
parándome, no más, lo indispensable;
rodando perverso entre las cuentas,
cual lunas, que circulan tu garganta.
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