XXVI
Podría ser que al álamo su plata
le queme y la deposite en el río,
que el viento extienda su ademán más frío
en tu mejilla con su luz sensata.
Podría ser que decadente nata…
podría ser que pájaros sin brío
se llevaran con su trino el estío
e hicieran de los lirios su fogata.
Podría ser la batalla perdida,
venganza limitada de la muerte
ante la altiva torre de la vida.
Busca pues un camino en que moverte,
en donde el rancio amor su albor despida
o un último arrebato en que envolverte.
Podría ser que al álamo su plata
le queme y la deposite en el río,
que el viento extienda su ademán más frío
en tu mejilla con su luz sensata.
Podría ser que decadente nata…
podría ser que pájaros sin brío
se llevaran con su trino el estío
e hicieran de los lirios su fogata.
Podría ser la batalla perdida,
venganza limitada de la muerte
ante la altiva torre de la vida.
Busca pues un camino en que moverte,
en donde el rancio amor su albor despida
o un último arrebato en que envolverte.
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