XL
Ay, si osase el respeto a contestarme
que te tengo por lo que eres y no eres,
yo diera a la agonía mis enseres
y al llanto podría ya entregarme.
Tu venganza es olvidar y clavarme,
como en acerico, hondos alfileres
cuando abres desnudez en los placeres
y haces que mi cabeza se desarme
ante tu reala inmensa e inclemente.
¿A qué brocal, dime, a cuál alberca
se acercará mi voz cual penitente?
¿Qué trigo espigará la duda terca?
Ni el respeto responde, gris y ausente;
ni la nada contesta ni se acerca.
Ay, si osase el respeto a contestarme
que te tengo por lo que eres y no eres,
yo diera a la agonía mis enseres
y al llanto podría ya entregarme.
Tu venganza es olvidar y clavarme,
como en acerico, hondos alfileres
cuando abres desnudez en los placeres
y haces que mi cabeza se desarme
ante tu reala inmensa e inclemente.
¿A qué brocal, dime, a cuál alberca
se acercará mi voz cual penitente?
¿Qué trigo espigará la duda terca?
Ni el respeto responde, gris y ausente;
ni la nada contesta ni se acerca.
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