XXIX
Por el luto que sale de tu vista,
bahía de silencio que te cerca,
acicate que en mi costado terca
clavas, clavel de acero y amatista,
es natural que como lluvia insista
en tu cuerpo de lodo y luz de alberca
y es normal que me ajuste como tuerca
y al puro algodón ladre o embista.
Desconozco si tu aliento es candente
terciopelo grave de la mañana,
si es palma o si es mano penitente,
ni si es lágrima límpida y galana
ese dulzor en que te haces presente,
llorada en sazón por la uva temprana.
Por el luto que sale de tu vista,
bahía de silencio que te cerca,
acicate que en mi costado terca
clavas, clavel de acero y amatista,
es natural que como lluvia insista
en tu cuerpo de lodo y luz de alberca
y es normal que me ajuste como tuerca
y al puro algodón ladre o embista.
Desconozco si tu aliento es candente
terciopelo grave de la mañana,
si es palma o si es mano penitente,
ni si es lágrima límpida y galana
ese dulzor en que te haces presente,
llorada en sazón por la uva temprana.
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